El prisionero sin cargo de muerte
[Hechos 28:16-22]
En 1990, seguramente recordarán cuando O. J. Simpson, quien era un jugador de fútbol americano, actor y héroe nacional, fue acusado de asesinato. En ese entonces, los cargos contra él eran "asesinato de su exesposa y su amante". La prueba decisiva fue el ADN recogido en la escena del crimen, el cual coincidía con el de Simpson. La probabilidad de que el ADN coincidiera era de 1 entre 10,000, por lo que el fiscal concluyó que Simpson era un 99.99% culpable del asesinato. Sin embargo, su abogado argumentó que en Los Ángeles, con una población de tres millones de personas, 300 compartían el mismo ADN, por lo que el 99.7% de la conclusión de culpabilidad era un error. Finalmente, Simpson fue declarado no culpable y liberado.
Sin embargo, trece años después de este caso, O. J. Simpson fue condenado a cadena perpetua por 12 cargos, incluyendo robo armado y secuestro. En septiembre pasado, Simpson fue arrestado por irrumpir en una habitación de hotel en Las Vegas, Nevada, con cinco cómplices armados. Amenazaron a dos comerciantes de artículos deportivos y robaron miles de dólares en recuerdos. Los medios informaron que probablemente le esperaba una condena de al menos 15 años de prisión, lo que significaba que Simpson pasaría el resto de su vida en la cárcel.
Pensando en los sentimientos de los padres de su exesposa, Nicole Brown, quien fue asesinada, es probable que consideren que la justicia finalmente se hizo. Sin embargo, uno puede dudar si la justicia de este mundo realmente se ejecuta de manera justa. En los tribunales de este mundo parece que la mentira se está convirtiendo en verdad. Por lo tanto, surgen preguntas sobre cuántas personas inocentes están viviendo una condena injusta en prisión. En los Estados Unidos, hay voces cada vez más fuertes pidiendo una investigación científica en casos de prisioneros condenados por delitos graves como violación, asesinato o incendio provocado. Dicho de otro modo, el "Proyecto de Inocencia" ha ganado mucha importancia.
El "Proyecto de Inocencia" se creó en 1992, centrado en la Facultad de Derecho de la Universidad Yeshiva de Nueva York, con el objetivo de demostrar la inocencia de aquellos que han sufrido condenas injustas. Según esta organización, se estima que más de 100,000 ciudadanos estadounidenses han sido privados de su libertad debido a la discriminación racial, testimonios falsos, perjurio sin verificación, confesiones falsas y prácticas de investigación deficientes. Ya han sido liberados 210 prisioneros, y se espera que muchos más, incluidos 15 prisioneros que estaban en el corredor de la muerte, sean liberados. Estos 210 prisioneros pasaron un promedio de 12 años en prisión, acumulando un total de 2,569 años de encarcelamiento injusto (fuentes de internet).