Pruebas Confiables
En el año en que O. J. Simpson cumplió 60 años, fue arrestado en una habitación de hotel del casino Palace Station en Las Vegas, donde permaneció detenido sin fianza. Se descubrió que los objetos de alto valor que Simpson alegaba que le pertenecían, y que intentaba robar, incluían pelotas de béisbol, placas conmemorativas, fotos y teléfonos móviles. Según el fiscal, Simpson y su grupo intentaron secuestrar a dos víctimas utilizando armas de fuego. Simpson enfrentó 11 cargos, incluidos secuestro en primer grado, robo, hurto y tentativa de secuestro y robo. También se le añadió el cargo de secuestro en primer grado. Aunque hoy en día la historia se ha olvidado, muchos recordarán el caso de O. J. Simpson, que fue muy comentado a mediados de los años 90.
Este caso comenzó cuando O. J. Simpson, exjugador de fútbol americano y famoso comentarista deportivo, fue señalado como el principal sospechoso del asesinato de su exesposa, Nicole Brown Simpson, y de su novio, Ronald Lyle Goldman, quienes fueron apuñalados cerca de su casa en un barrio exclusivo de Los Ángeles. Finalmente, el 3 de octubre de 1995, el tribunal superior de Los Ángeles, por votación unánime de 12 jurados, declaró a Simpson no culpable de los dos asesinatos. La familia de las víctimas, Nicole y Ronald, no estuvo de acuerdo con este fallo y presentó una demanda civil (acción civil) contra Simpson en el mismo tribunal. Irónicamente, el tribunal de Los Ángeles, en este caso civil, reconoció que Simpson era civilmente responsable, y le ordenó pagar una indemnización de 8,5 millones de dólares a las familias de las víctimas.
¿Cómo es posible que en el mismo caso de asesinato se dicten dos fallos distintos, uno de "no culpable" en lo penal y otro de responsabilidad civil? Este enigma sobre el caso de O. J. Simpson puede entenderse fácilmente al comprender los criterios judiciales que guían las decisiones entre lo civil y lo penal en el sistema judicial estadounidense. El sistema judicial de EE. UU. se divide principalmente en dos tipos de juicios: juicios civiles y juicios penales.
Primero, el caso del doble asesinato de O. J. Simpson fue un juicio penal, por lo que se aplicó el estándar de "Más allá de toda duda razonable" (Beyond a Reasonable Doubt). Este estándar significa que los 12 jurados deben estar completamente convencidos, sin ninguna duda razonable, de que el fiscal ha probado la culpabilidad del acusado. Es el nivel más alto de pruebas judiciales, y si los 12 jurados no coinciden en la culpabilidad, el acusado será declarado inocente.
Por otro lado, la demanda por "muerte injusta" (Wrongful Death Action) presentada por las familias de las víctimas fue un juicio civil (conocido como caso de "torts"), y en este tipo de juicios se aplica un criterio de pruebas de menor exigencia, el estándar de "Preponderancia de la evidencia" (Preponderance of Evidence). Esto significa que si una de las partes presenta pruebas que superen por más de un 50% las pruebas de la otra parte, entonces esa parte ganará el juicio. Por ejemplo, si el 51% de las pruebas sugieren la culpabilidad de Simpson, entonces la familia de las víctimas ganará el juicio, incluso si no existe certeza absoluta de su culpabilidad. En este caso, con solo 9 de los 12 jurados a favor, se dicta una sentencia de culpabilidad.
La razón por la que el sistema legal estadounidense impone una carga de prueba tan alta en los juicios penales es porque se cree que es peor encarcelar a un inocente que dejar en libertad a diez criminales. Como resultado, Simpson no fue condenado en el juicio penal debido a que el fiscal no logró cumplir con el alto nivel de prueba requerido. Esto significa que, en el caso penal, las pruebas deben ser irrefutables y más allá de toda duda razonable para que el acusado sea considerado culpable.
En resumen, el juicio penal exige pruebas claras y decisivas, mientras que en un juicio civil, se requiere que una de las partes tenga un poco más de pruebas que la otra, lo cual explica por qué O. J. Simpson fue encontrado "no culpable" en lo penal, pero "responsable" en lo civil.