Éxodo 3:7-10
La salvación de Dios
En muchos momentos en los que sentimos que estamos sufriendo, pensamos por qué Dios no nos ayuda, y llegamos a sentir que Él nos ha abandonado.
Pero en Éxodo 3:7 y 9, la Biblia nos dice que nuestro Dios “ciertamente” ha visto nuestro sufrimiento.
Entonces, ¿cuál es el problema?
El problema está en nuestra débil fe.
Cuando recibimos bendiciones, Dios nos parece grande, pero cuando sufrimos, ese mismo Dios nos parece pequeño, y nuestros problemas nos parecen enormes.
Dios no cambia, pero nuestra fe en Él cambia con demasiada facilidad.
Dios vio el sufrimiento del pueblo de Israel, escuchó su clamor, y respondió a sus oraciones: golpeó a Egipto, su enemigo, y los salvó, guiándolos a la tierra prometida de Canaán.
De la misma manera, Dios también vio el sufrimiento de su Hijo unigénito, Jesucristo, y aun así permitió que fuera considerado como enemigo, castigado y crucificado.
Por medio de ese sacrificio en la cruz, Dios nos dio la salvación.