Salmo 34:8
Preparación para el matrimonio
El matrimonio es uno de los acontecimientos más grandes e importantes de nuestra vida, por lo que no es de extrañar que para los jóvenes que están a punto de casarse, el matrimonio sea un tema de enorme interés que no puede compararse con ningún otro. Sin embargo, a pesar de esta gran atención hacia el matrimonio, la realidad es que no se está llevando a cabo una preparación adecuada para él. Demasiadas personas, en lugar de establecer una base verdadera para el matrimonio, se enfocan únicamente en aspectos no esenciales como las emociones del “amor” y la preparación material como el ajuar. Pero un matrimonio construido sobre una base tan débil y superficial no podrá mantenerse en pie cuando lleguen las tormentas de la vida, por más pequeñas que sean.
La base del matrimonio es reconocer que Jesucristo es nuestro Señor. Esto significa creer y reconocer que nuestro matrimonio está bajo el gobierno del Padre celestial, y que el Señor, quien nos conoce y nos ama mejor que nadie, nos da lo mejor. Sobre esa base, se construye un compromiso: practicar el mandamiento del Hijo, Jesucristo —amar a Dios y amar al prójimo—, y como pareja, comprometerse a amar a Dios y a amarse mutuamente. Este compromiso debe dar lugar a una experiencia continua de la presencia del Espíritu Santo en la vida matrimonial.
Solo cuando reconocemos que Cristo es nuestro Señor, nuestro matrimonio puede estar verdaderamente edificado sobre una roca firme.